lunes, 3 de agosto de 2020

Toxicidad, dosis y usos del Dióxido de Cloro

Recientemente, en las redes sociales, se ha esparcido la idea de que el dióxido de cloro (ClO2) puede usarse para fines terapéuticos contra la COVID-19. Lo venden bajo el nombre de MMS (Miracle Mineral Supplement /Suplemento mineral milagroso) y como CDS (Chlorine Dioxide Supplement /Suplemento de dióxido de cloro), con instrucciones de como prepararlo y tomarlo. La recomendación es que si se bebe a cierta dosis, puede prevenir la infección del virus, y que una vez contagiado, puede curarla. La lógica detrás de esto es que el dióxido de cloro tiene la capacidad de matar bacterias, hongos, virus y que hay mucho artículos científicos que lo demuestran, y además que, como el dióxido de cloro tiene oxígeno puede oxigenar la sangre y que esto ayudaría a salvarle la vida a una persona que presente falta de oxigenación en la sangre, como ocurre en muchos pacientes con COVID-19.

 Pero ¿qué bases tenemos para saber si esto es cierto o no? Primeramente, tenemos que preguntarnos ¿Qué es el dióxido de cloro?

En su forma pura y a temperatura ambiente, es un gas amarillo verdoso, muy reactivo (que puede interactuar con otras sustancias, como por ejemplo el agua, de manera muy rápida y violenta) y explosivo. Como es bastante soluble en agua, comúnmente lo encontramos en solución, pues así es más fácil de manejar.   Por definición, es una molécula formada por un átomo de cloro y dos átomos de oxígeno: ClO2.
Molécula de Dióxido de cloro: Dos moléculas de oxígenos (en rojo) enlazadas a una molécula de cloro (verde).
Cuando se forma un compuesto las moléculas que lo forman pierden sus propiedades y en combinación con otras adquieren nuevas propiedades. Es decir, la molécula de oxígeno O2, sola, es “el oxígeno” tal como lo respiramos del aire y es el mismo que producen las plantas durante la fotosíntesis. Pero, el oxígeno también forma parte de muchas otras molécula, como el alcohol presente en el vino, o el que usamos para inyectar (en ambos casos en forma de Etanol, cuya fórmula es CH3-CH2-OH).

El oxígeno que respiramos y que producen las plantas también forma parte del etanol, pero al ser un compuesto diferente adquiere otras propiedades.
Por otro lado, la molécula de Cloro Cl2, es un gas amarillo, denso y tóxico, que incluso se ha utilizado como arma química y rara vez se encuentra en su forma pura en la naturaleza. Pero, en nuestras casas encontramos diferentes compuestos que contienen cloro, por ejemplo, en el ácido muriático que es ácido clorhídrico (HCl) y es extremadamente corrosivo. También lo encontramos en la sal de mesa común (Cloruro de Sodio, NaCl) que usamos para dar sabor a nuestra comida. Sin embargo, el ejemplo más común que viene a la mente al escuchar la palabra Cloro es el blanqueador que usamos para la ropa o para limpiar el piso. En este caso, el compuesto se llama Hipoclorito de Sodio (NaClO).

El cloro forma parte de diferentes compuestos que usamos en nuestra vida diaria.
El Hipoclorito de Sodio, en solución forma iones hipoclorito (ClO-). Su efecto blanqueador está dado porque es una sustancia oxidante, es decir, con fuerza para “robar” electrones  (en contraparte, las substancias con facilidad a perder electrones son llamadas reductores). Esto le permite reaccionar con otras moléculas, romperlas y convertirlas en otra cosa. Esto es fácilmente observable cuando le cae blanqueador a nuestra ropa de color y se despinta. Lo que está ocurriendo es que el hipoclorito de sodio oxidó el pigmento de la ropa, es decir, le robó electrones y cambió sus propiedades. Lo mismo lo podemos observar cuando le echamos blanqueador a una mancha en el piso, ahí podemos ver como el hipoclorito rompe los compuestos de la mugre.

La manera en que el oxígeno y el cloro están unidos en la molécula del dióxido de cloro ClO2, es muy parecida a como se encuentra en el blanqueador de ropa (NaClO), en este caso, en solución se forma el ion clorito (ClO2-). Por lo tanto, también es un oxidante y un blanqueador, pero mucho más potente  (tiene más fuerza para “robar” electrones). Por eso en nuestras casas usamos hipoclorito de sodio como blanqueador, pues es menos peligroso y su uso no requiere de capacitación ni de equipo de protección especial (aunque sí se recomienda leer las instrucciones de uso, pues mezclarlo alegremente con otras sustancias produce gas cloro Cl2, el cual es muy tóxico, como arriba describimos), y el dióxido de cloro se usa a nivel industrial.

Moléculas de Dióxido de Cloro Cl=O=Cl y de Hipoclorito de Sodio Na+ Cl-O- (rojo:oxígeno; verde:cloro; morado:sodio).
Uno de sus usos es en la industria del papel, donde se le utiliza para blanquear la pulpa de madera, que como sabemos es de color café. Otro uso importante del dióxido de cloro es en el tratamiento de aguas (por ejemplo para el tratamiento de agua en albercas, agua de riego e incluso para tratamiento de agua potable), ya que su capacidad oxidante, le permite robar electrones de proteínas que forman parte de organismos vivos  como bacterias, hongos y protozoos; también puede oxidar y descomponer moléculas que causan olores desagradables. Por esas mismas razones, ambos se usan como desinfectantes; sin embargo, aun cuando son efectivos matando microorganismos, también lo son dañando las células de nuestro cuerpo. Son muy agresivos con nuestro organismo en general y debemos usar protección (aunque sea guantes) cuando los manipulamos para que no nos dañen. Por lo mismo lo usamos como desinfectante de superficies y no los usamos para desinfectar nuestras manos, ni combatir infecciones en nuestro cuerpo.

Uno de los usos principales del Dióxido de cloro es en el tratamiento del agua Potable. (Imágen de Stock)

¿Es tóxico el dióxido de cloro?

Decimos que una sustancia es tóxica cuando ésta tiene efectos perjudiciales a los seres vivos. Ahora bien, la definición de toxicidad depende de la dosis (como dijo Paracelso más o menos así: la dosis determina el veneno). A cierta concentración, todas la sustancias son tóxicas; entonces, aquellas sustancias cuya dosis perjudicial es muy baja, son a las que coloquialmente llamamos tóxicas.

El dióxido de cloro puede causar daño a las células de los seres vivos, incluidas las de los seres humanos. Dependiendo de la forma en la que estemos en contacto van a depender los tejidos expuestos. Y dependiendo la naturaleza de esos tejidos, es el daño que pueden experimentar. Si lo encontramos en su forma pura, como gas, causa irritación en ojos, nariz, boca y garganta. Si lo encontramos en solución para blanquear, se dañará la piel. Si llegáramos a ingerirlo, va a dañar las células de la garganta, esófago, estómago, intestino, y podría llegar a ser mortal o causar un daño irreversible.

Entonces ¿porque se usa para tratar el agua potable? Bueno, volviendo lo que explicamos antes, todo depende de la dosis. Para el agua potable (según la EPA), la cantidad que se le agrega tiene como límite las 0.8 partes por millón (ppm). Es decir, de cada millón de unidades en la solución, solamente 0.8 son de dióxido de cloro (0.8 mg/L). Es una cantidad muy pequeña, que es suficiente para matar bacterias, pero insuficiente para que nos haga daño al consumirla.

Toxicidad del dióxido de Cloro (Los aparatos digestivo y respiratorio se tomaron de https://es.vecteezy.com/ )
Dióxido de cloro y la pandemia de COVID-19

Cómo sabemos, los hospitales deben ser lugares muy limpios, por lo tanto, más que simplemente limpiar las superficies, estas deben ser desinfectadas y en medida de lo posible esterilizadas. En ese sentido, al Igual que el hipoclorito de sodio y el gel desinfectante a base de alcohol, el dióxido de cloro está jugando un papel muy importante durante la pandemia como material desinfectante, nada más.

¿Que pasa si exponemos nuestro organismo al dióxido de cloro?

Si lo bebemos a concentraciones por encima de lo permitido, el compuesto es muy tóxico. Puede dañar irreversiblemente el tracto digestivo lo cual, si el daño es muy severo, puede  incluso llegar a provocar la muerte. Si lo bebemos en cantidades moderadas, puede causar vómito, diarrea, náuseas y otros efectos que son por la irritación que ocasiona al tracto digestivo. Es muy simple, el dióxido de cloro va a reaccionar primero con la vía de entrada de nuestro cuerpo, dañándolo, antes de siquiera llegar a donde pudieran estar los virus.

Ahora, si lo bebemos a las concentraciones por debajo de la que tiene efecto tóxicos (0.8 ppm), entonces no será diferente a la cantidad de dióxido de cloro a la que ya nos exponemos si bebemos agua de la llave, o cuando lavamos nuestras frutas. Por lo tanto, no tenemos ninguna razón para suponer que el dióxido de cloro pueda tener algún efecto como medicina, por el contrario, es potencialmente peligroso para nuestra salud.

La suposición de que el dióxido de cloro sirve para inactivar los virus y por lo tanto haría lo mismo dentro de nuestro cuerpo, no está considerando que el mismo mecanismo de acción, es decir la oxidación de las proteínas, que inactivan a los virus, también va a dañar a las proteínas de nuestro cuerpo, y que no hay manera de que el compuesto llegue hasta donde se encuentra el virus. El razonamiento sería más o menos como decir que si el jabón mata las bacterias, entonces podemos comer jabón cuando tenemos una infección. Por otro lado, la suposición de que el dióxido de cloro va a oxigenar la sangre porque tiene oxígeno, tampoco es acertada. Oxidar, no es lo mismo que oxigenar. En nuestro cuerpo hay muchos agentes oxidantes circulando por ahí (y si, varios ayudan a combatir a los microbios, pero siguen mecanismos muy específicos y controlados dentro de nuestro organismo. Obviamente, el oxígeno en sí mismo, es un agente oxidante. Tiene que mantenerse un equilibrio constante entre estas sustancias, ya que tanto la falta como el exceso de ellas puede dañar nuestras células. Del mismo modo, para que el oxígeno que respiramos llegue a donde tiene que llegar, hay todo un sistema de transporte que va desde que entra el aire a nuestros pulmones, a los alvéolos y de allí pasa a la sangre, y finalmente a los tejidos, que involucra tipos diferentes de células, proteínas y otras moléculas mediadoras.

Comentario personal:
La pandemia nos ha puesto a todos en una situación muy crítica, muy difícil y muy triste. Todos queremos una solución inmediata, no perder a nuestros familiares y poder regresar a nuestra vida normal. Por eso nos dan esperanza las "soluciones milagrosas". Desafortunadamente, por el momento lo único que podemos hacer es cuidarnos, estar en casa, hacer cuarentena, usar gel, y desinfectantes para superficies (¡no beberlos!) y seguir las recomendaciones de los sistemas de salud.